Las chapas
Las chapas se decoraban colocando una imagen en el hueco, se cubría con un cristalito de forma redondeada del mismo tamaño. Para sujetar los cristales se utilizaba cera fundida o masilla. Este tipo de material hacía que las chapas, tuvieran más estabilidad en los lanzamientos y valor en los intercambios.
La chapa se golpea siguiendo un riguroso turno, y mientras tu chapa no salga fuera de la pista puedes valerte de todos tus recursos, pero que quede claro que si la sacas fuera en una tirada perderás el turno y volverás al punto del que habías tirado. Puedes pactar con tus compañeros/as de juego qué pasa con la chapa que se saca de la pista ( ¿retroceder "x" distancia? ¿perder un turno? ), y si un rival golpea tu chapa y la hace avanzar... ¡Dale las gracias!
¿Quién dijo que no se puede jugar por equipos? ¿El ganador se queda la chapa del que pierde? ¿Cuántas vueltas hay que dar al circuito para ganar? Júntate con tus amigos, amigas y un puñado de chapas y dad vuestra respuesta al juego.
Las chapas de botellas de refrescos de gaseosa o aquellas de las bebidas que tomaban los mayores cuando éramos pequeños eran de lo poco que hacía falta para divertirse. Había varios juegos, pero el que reinaba en muchos pueblos y descampados era el de la carrera de chapas, en el que podían tomar parte todos los jugadores que quisieran.
Todo empieza por preparar la "chapa" de cada uno/a, para lo cual en su día las limaban para sacarles brillo y les daban peso para que los rivales no nos sacaran del recorrido con facilidad. A la hora de decidir el recorrido la creatividad manda, y puede haber todas las curvas y estrechamientos que se nos ocurran. Puentes, obstáculos y agujeros trampa pueden adornar el camino, para lo que el juego clásico es en tierra o la arena de una obra.
"...jugábamos en los montones de arena de las obras, en los años que se hicieron las calles del pueblo. El mejor era Trini, de casa Perotx. Algo ha llovido desde entonces."